Nuestras creencias

Nuestro ministerio se enfoca principalmente en la labor espiritual y en la promoción de la verdad bíblica relacionada con el auténtico séptimo día, el shabat. Creemos firmemente que este día, santificado por Dios en la creación, tiene un propósito especial en nuestras vidas como creyentes. Queremos compartir esta verdad y su significado con el mundo.

Nuestra labor incluye:

Enseñanza Bíblica: Organizamos estudios de la Biblia, seminarios y conferencias para profundizar en el conocimiento de las Escrituras. Exploramos temas como la importancia del Shabat, la profecía bíblica y la relación personal con Yahuwah.

Recursos Bíblicos: Ofrecemos una amplia gama de recursos, incluyendo literatura, videos y materiales de estudio, para ayudar a las personas a crecer en su comprensión de la Biblia.

Comunidad Espiritual: Fomentamos la comunión entre hermanos y hermanas en la fe, creando espacios donde se puedan compartir experiencias y fortalecer la fe en un ambiente de amor y apoyo mutuo.

Evangelización: Trabajamos activamente para llevar el mensaje del evangelio a aquellos que aún no han tenido la oportunidad de conocer a Yahushua. Creemos que todos merecen escuchar el mensaje de esperanza y salvación.

Labor Misionera Médica: Aunque nuestra principal misión es espiritual, también estamos involucrados en obras de ayuda médica misionera en áreas necesitadas. Esto es una extensión de nuestro amor por el prójimo, siguiendo el ejemplo de Yahushua.

Nos encantaría que te unieras a nosotros en esta emocionante jornada espiritual. Si deseas conocer más acerca de nuestra organización, participar en nuestros eventos o acceder a nuestros recursos, no dudes en ponerse en contacto con nosotros.

Juntos, podemos seguir creciendo en el conocimiento de la Palabra de Dios y compartiendo su amor y verdad con el mundo. ¡Esperamos contar con su apoyo y compañía en este viaje espiritual!

Con gratitud y bendiciones,

Miguel Quintero Mora

Director

Ministerio Bíblico del Auténtico Séptimo Día

Tel: 7184 1418

Correo electrónico: ministeriobiblico7dia@gmx.us


Nuestras creencias:


1.Sola scriptura.

"Sola Scriptura" es un principio fundamental de la Reforma Protestante del siglo XVI, que significa "Solo la Escritura" en latín. Este principio sostiene que la Biblia, y solo la Biblia, es la autoridad suprema en asuntos de fe y práctica cristiana. En otras palabras, la Escritura es suficiente y completa para guiar la fe y la vida de los cristianos, sin necesidad de depender de tradiciones humanas, enseñanzas eclesiásticas o cualquier otra fuente de autoridad.

Un texto bíblico que respalda este principio se encuentra en 2 Timoteo 3:16-17 (NVI), donde el apóstol Pablo escribe a su discípulo Timoteo:

"Toda la Escritura es inspirada por Yahweh y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Yahweh esté enteramente capacitado para toda buena obra."

Este pasaje enfatiza la inspiración divina de la Escritura y su utilidad para diversas áreas de la vida cristiana. Afirma que las Escrituras son la herramienta completa y suficiente proporcionada por Dios Yahweh para enseñar, reprender, corregir e instruir en la justicia. Así, según el principio de "Sola Scriptura", la Biblia es la única autoridad que los cristianos necesitan para conocer la voluntad de Dios Yahweh y vivir una vida que le sea agradable. Este enfoque busca evitar la interpretación y enseñanza distorsionada que podría surgir de añadir tradiciones humanas o doctrinas extra-bíblicas a la fe cristiana.

2.Segunda venida pronta e inminente de Yahshua.

Nos referimos a la creencia cristiana en que Yahshua regresará a la Tierra por segunda vez en el futuro. La palabra "pronta" indica que se espera que este evento suceda en cualquier momento, sin un tiempo específico predeterminado. La palabra "inminente" añade la idea de que la llegada de Yahshua está cerca y puede ocurrir en cualquier momento, sin previo aviso.

Esta creencia está fundamentada en varias escrituras bíblicas, y una de las referencias clave es Mateo 24:44 (NVI), donde Yahshua mismo dice: "Por eso, también vosotros estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis". Esta declaración resalta la naturaleza inesperada y sorpresiva de su regreso, instando a sus seguidores a mantenerse alerta y listos en todo momento.

Otro pasaje relevante es Apocalipsis 22:12 (NVI), donde Yahshua declara: "Yo vengo pronto, y mi recompensa conmigo, para recompensar a cada uno según lo que haya hecho". Este versículo refuerza la idea de que su retorno no es solo un evento futuro, sino que está vinculado a la recompensa y el juicio final.

La creencia en la segunda venida pronta e inminente de Yahshua ha sido una parte integral de la teología cristiana, particularmente en las corrientes escatológicas que enfatizan el fin de los tiempos y la consumación del plan divino. Los cristianos han encontrado consuelo y motivación en la expectativa de que Yahshua regresará para establecer su reino eterno y cumplir las promesas bíblicas relacionadas con la restauración y la redención final.


3.Rechazamos el calendario moderno gregoriano y adoptamos el calendario bíblico lunisolar del Creador.

Sugerimos la decisión de no seguir el calendario gregoriano, que es el calendario solar utilizado mundialmente, y en su lugar, adherirse a un calendario basado en los ciclos de la Luna y el Sol según la enseñanza bíblica. Esta elección está vinculada a la creencia de que el calendario bíblico lunisolar es más auténtico y alineado con las prácticas y mandamientos divinos.

En la Biblia, específicamente en el libro del Génesis, encontramos el relato de la creación, donde se mencionan las luminarias celestiales, el Sol y la Luna, como medios para medir el tiempo:

Génesis 1:14 (NVI): "Dijo luego Dios: ‘Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; sirvan como señales para marcar las estaciones, los días y los años’".

Este pasaje bíblico destaca la intención divina de utilizar el Sol y la Luna como referencias para la medición del tiempo. Algunas comunidades que adoptan el calendario bíblico lunisolar consideran que el seguimiento de los ciclos lunares y solares es más congruente con la forma en que Dios Yahweh ordenó la medida del tiempo en la creación.

La decisión de rechazar el calendario gregoriano y adoptar el calendario bíblico lunisolar se basa en la creencia de que seguir este último es una forma de adherirse más fielmente a las enseñanzas y prácticas bíblicas. Esto incluye la observancia de fechas específicas, festividades y periodos de descanso que están alineados con el calendario bíblico, como, por ejmplo,  el Día de Luna Nueva.




4. Creemos en la Observancia del Shabat del séptimo día del calendario lunisolar.

Quienes sostenemos esta creencia practicamos la observancia del día de reposo, el Shabat, de acuerdo con el séptimo día del calendario lunisolar. En este contexto, el calendario lunisolar combina ciclos lunares y solares para determinar el tiempo, y el Shabat se celebra específicamente en el séptimo día de este calendario.

Una referencia bíblica que respalda la observancia del séptimo día como el Shabat se encuentra en Génesis 2:2-3 (NVI):

"Y en el séptimo día completó Dios la obra que había hecho; y reposó en el séptimo día de toda la obra que había hecho. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación."

Este pasaje hace referencia al descanso de Dios Yahweh en el séptimo día de la creación y establece la base para la observancia del Shabat. Los que creemos en la observancia del Shabat del séptimo día del calendario lunisolar consideramos que este día de descanso semanal es un mandato divino que refleja la práctica bíblica original y que se basa en la combinación de ciclos lunares y solares.

Para quienes sostenemos esta creencia, la observancia del Shabat según el séptimo día del calendario lunisolar es una expresión de fidelidad a las enseñanzas bíblicas y una forma de seguir el ejemplo divino establecido en la creación.


5.Adoptamos la creencia de que somos un cuerpo de creyentes no confesional esparcidos por el mundo, cuya cabeza es Yahshua.

Esta creencia refleja la idea de que un grupo de creyentes se identifica como una comunidad unida por su fe en Yahshua.  El término "no confesional" sugiere que esta comunidad no se adhiere a una confesión de fe específica o denominación formal, sino que se centra en la esencia común de su fe en Yahshua como su líder espiritual.

Este enfoque "no confesional" puede indicar una preferencia por la unidad en la fe fundamental en lugar de las distinciones doctrinales que a veces dividen a las diversas denominaciones cristianas. Al reconocerse como un cuerpo de creyentes esparcidos por todo el mundo, están afirmando una identidad, unidos por su relación compartida con Yahshua.

Un texto bíblico que respalda esta idea se encuentra en el Nuevo Testamento, específicamente en el libro de Colosenses 1:18 (Nueva Versión Internacional), donde se expresa la posición de Yahshua como la cabeza de la iglesia:

"Él [Yahshua] es también la cabeza del cuerpo, que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la supremacía."

Este versículo destaca la posición central de Yahshua como la cabeza de la iglesia, y la metáfora del cuerpo subraya la unidad de los creyentes en él. Independientemente de las diferencias geográficas, culturales o doctrinales, la imagen del cuerpo destaca la interconexión y dependencia mutua de los creyentes en relación con Yahshua.

En resumen, la frase refleja una perspectiva de unidad entre creyentes, basada en la creencia común en Yahshua como la cabeza espiritual de su comunidad, en consonancia con el principio bíblico expresado en Colosenses 1:18.


6. Rechazamos totalmente las celebraciones tradicionales de origen pagano como cumpleaños, navidad, semana santa etc.

Esta creencia refleja una postura que  adoptamos debido a nuestras convicciones teológicas y la interpretación de las Escrituras. La base de este rechazo suele estar en la convicción de que estas festividades tienen raíces paganas y están vinculadas a prácticas que no son consistentes con la enseñanza bíblica.

El rechazo de las celebraciones como cumpleaños, Navidad y Semana Santa, etc se deriva de la preocupación de mantener una adoración pura y fiel a los principios bíblicos. Nuestros argumentos  incluyen la falta de respaldo bíblico específico para estas festividades, así como la conexión histórica con prácticas o costumbres paganas que fueron adoptadas y adaptadas por el cristianismo a lo largo de los siglos.

Un texto bíblico que a veces se cita en este contexto es Jeremías 10:2-4 (NVI), que dice: "Así dice el Señor Yahweh: 'No imiten las prácticas de las naciones ni se asombren de las señales del cielo, aunque las naciones se asombren de ellas. Porque los ritos de los pueblos no tienen valor. Cortan un tronco en el bosque, y un artífice lo labra con sus herramientas; lo adornan con oro y con plata, y lo aseguran con clavos y con martillo para que no se tambalee.'"

Este pasaje lo interpretamos como una advertencia contra adoptar prácticas paganas, como la fabricación y adorno de ídolos. Ya que podemos ver estas  estas festividades como prácticas que han sido adoptadas y adaptadas, en parte, de costumbres paganas.



7. Observamos las fiestas de Yahweh descritas en Levítico 23.

Aquellos que seguimos las enseñanzas bíblicas, específicamente las delineadas en el libro de Levítico, llevamos a cabo la celebración y la conmemoración de las festividades que Yahweh estableció para el pueblo de Israel. Levítico 23 detalla diversas festividades que tienen un significado espiritual y simbólico profundo en la práctica cristiana

Levítico 23 incluye las siguientes festividades:

  1. El Shabbat (del séptimo día): Un día de descanso semanal establecido para el reposo y la adoración a Dios Yahweh, que se celebra cada 7 días.

  2. La Fiesta de los Panes sin Levadura o Pascua (Pesaj): Conmemoración del simbolismo de la liberación de Israel de la esclavitud en Egipto y la  muerte de nuestro Señor Yahshua.

  3. La Fiesta de las Primicias o Pentecostés (Shavuot): Celebración del simbolismo de la cosecha de trigo y el día en que se entregaron las Tablas de la Ley en el monte Sinaí. Es un simbolo del inicio de la Eccklesia y la designación y dsitribución de los dones dados por el mismo Espiritu Santo de Yahweh

  4. La Fiesta de las Trompetas (Yom Teruah): Un llamado a la reflexión y la preparación espiritual para la Segunda Venida de Yahshua a este tierra

  5. El Día de la Expiación (Yom Kipur): Día dedicado al arrepentimiento y la purificación espiritual. Representación del juicio investigador

  6. La Fiesta de los Tabernáculos (Sukkot): Conmemoración del tiempo en el que los israelitas vivieron en tiendas durante su peregrinación en el desierto.Simbolo del reino milenial de Yahshua

Estas festividades no solo tienen un significado histórico, sino que también apuntan a verdades espirituales más profundas y que encuentran su cumplimiento en el cristianismo. Por ejemplo, Yahshua, conocido como el Cordero de Dios, es entendido como el cumplimiento del sacrificio pascual durante Pesaj. La resurrección de Yahshua también está conectada simbólicamente con la Fiesta de las Primicias.

En resumen, observar las fiestas de Yahweh según Levítico 23 implica honrar y recordar los eventos históricos y espirituales significativos que estas festividades representan, reconociendo su relevancia continua en la fe y la adoración.


8. Creemos en que la forma de la tierra no es esferica.

Esto implica que la perspectiva de quienes sostenemos esta creencia difiere de la idea convencional de que la Tierra tiene una forma esférica. En lugar de ello, implica la creencia en una forma de la Tierra diferente, como plana o con alguna otra característica no esférica.

Desde una perspectiva bíblica, los que sostenemos la creencia en una Tierra no esférica argumentamos que la Biblia proporciona evidencia de una descripción diferente de la forma del planeta. Un pasaje frecuentemente citado es Isaías 40:22 (NVI),  dice: "Él es el que está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos habitantes son como langostas; él es el que extiende los cielos como cortina y los despliega como carpa para morar".

Este versículo ha sido interpretado de diversas maneras, y algunos sostenemos que la palabra "círculo" en este contexto no implica necesariamente una esfera, sino que podría referirse a una superficie plana o con otra forma geométrica.


9 Creemos en la Salvación por gracia y en la obediencia a la ley por amor a Yahweh.

Esta creencia encapsula una perspectiva teológica que destaca dos aspectos cruciales en la fe cristiana. En primer lugar, enfatiza la creencia en la Salvación por gracia, lo que significa que la redención y el perdón de los pecados no se ganan a través de méritos personales o acciones, sino que son un regalo inmerecido de la gracia divina. En segundo lugar, resalta la importancia de la obediencia a la ley como una expresión de amor y devoción hacia Yahweh, reconociendo que la fe genuina se manifiesta en la obediencia voluntaria a los mandamientos divinos.

Esta creencia se basa en la comprensión bíblica de que la salvación es un don gratuito de Dios, otorgado por su gracia y misericordia, y no es algo que podamos alcanzar por nuestros propios esfuerzos. Un texto bíblico clave que respalda esta idea se encuentra en Efesios 2:8-9 (NVI): "Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; y esto no de ustedes, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe". Este pasaje destaca la idea fundamental de que la salvación es un regalo de Dios Yahweh que se recibe a través de la fe, sin depender de nuestras obras para obtenerla.

Por otro lado, la segunda parte de la declaración, "y en la obediencia a la ley por amor a Yahweh", refleja la comprensión de que, aunque la salvación es un regalo gratuito, la respuesta del creyente debe ser vivir una vida de obediencia a los mandamientos divinos como expresión de amor y gratitud hacia Dios, el Padre. Este concepto se alinea con las enseñanzas de Yahshua, quien dijo en Juan 14:15 (NVI): "Si me aman, obedecerán mis mandamientos". Aquí, la obediencia se presenta como una respuesta natural y amorosa a la relación que se tiene con Dios Yahweh.

En resumen, esta declaración encapsula la armonía entre la gracia divina que otorga la salvación y la respuesta amorosa del creyente, expresada a través de la obediencia a los mandamientos divinos. Ambos elementos son fundamentales en la fe cristiana, reflejando la comprensión de la relación entre el ser humano y su Creador según las enseñanzas bíblicas.


10.Creemos en el Padre Celestial y su Hijo solamente.

Esta creencia refleja una declaración de fe que enfatiza la centralidad de la relación entre Dios Padre y Su Hijo Yahshua. Esta declaración implica un reconocimiento exclusivo de la divinidad y la redención a través de la relación única entre Dios el Padre y Yahshua como Su Hijo. En términos teológicos, destaca la unidad y singularidad de la Deidad en el cristianismo.

La base bíblica para esta afirmación se encuentra en varios pasajes, pero uno de los más destacados es Juan 14:6, donde Yahshua dice: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí". Esta declaración subraya la exclusividad de Yahshua como el único camino para llegar al Padre Celestial. Aquí, Yahshua no se presenta simplemente como un maestro moral o un líder espiritual, sino como el medio exclusivo de conexión con Dios Padre

Además, en Juan 10:30, Yahshua afirma: "Yo y el Padre uno somos". Esta declaración refleja la unidad intrínseca entre Yahshua y el Padre en su naturaleza divina.

La creencia en el Padre Celestial y Su Hijo como la única vía de salvación también se refleja en pasajes como Juan 3:16, que dice: "Porque de tal manera amó Dios Yahweh al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". Aquí, la redención y la vida eterna se vinculan directamente a la relación entre el Padre Celestial y Su Hijo.

En resumen, la afirmación "Creemos en el Padre Celestial y su Hijo solamente" destaca la centralidad de la relación entre Dios el Padre y Yahshua en la fe cristiana, basándose en pasajes bíblicos que resaltan la exclusividad de Yahshua como el camino único hacia la salvación y la conexión con Dios Yahweh



11.Creemos en un alma mortal que descansa en la tumba hasta el día de la resurrección.

Esta afirmación refleja una creencia teológica relacionada con la naturaleza humana y la vida después de la muerte. En términos generales, esta declaración sugiere que, el alma humana no es inherentemente inmortal y que, al morir, descansa en un estado de inconsciencia hasta que llegue el día de la resurrección.

Desde el punto de vista de algunas corrientes teológicas, esta creencia se aleja de la noción popular de la inmortalidad del alma, que sostiene que el alma de una persona continúa existiendo conscientemente después de la muerte. En cambio, la perspectiva expresada en la afirmación sugiere que el alma es mortal y, por lo tanto, experimenta un estado de descanso o inactividad hasta que ocurra la resurrección.

Este enfoque teológico  se basa en interpretaciones específicas de ciertos pasajes bíblicos que describen la muerte y la resurrección. Un ejemplo de un texto bíblico que respalda esta perspectiva se encuentra en el Antiguo Testamento, en el libro de Eclesiastés, capítulo 9, versículo 5 (NVI): "Los vivos saben que morirán, pero los muertos no saben nada; no recibirán ya recompensa, porque todo lo referente a ellos ha quedado en el olvido."

Este versículo, atribuido tradicionalmente al rey Salomón, sugiere que, después de la muerte, los muertos no tienen conocimiento consciente de lo que sucede en el mundo terrenal. Desde esta interpretación, se argumenta que el alma no continúa existiendo de manera consciente después de la muerte, sino que experimenta un estado de reposo o inconsciencia hasta el momento de la resurrección.


12.Creemos en un estilo de alimentación basada en Levítico 11.

Ésta creencia se refiere a la práctica de seguir las pautas dietéticas establecidas en el libro bíblico de Levítico, específicamente en el capítulo 11. Levítico 11 detalla las leyes dietéticas y de pureza alimentaria que fueron entregadas por Dios Yahweh a los israelitas a través de Moisés. Estas leyes, comúnmente conocidas como las leyes de la kashrut, delinean qué animales son considerados puros y aptos para el consumo y cuáles deben ser evitados.

En términos generales, la alimentación basada en Levítico 11 implica seguir una dieta que excluye ciertos tipos de carne, como la carne de cerdo y la de animales que no tienen pezuñas hendidas y que no rumian, según las especificaciones bíblicas. También implica evitar los mariscos que no tienen aletas y escamas. Por lo tanto, aquellos que adhieren a esta práctica alimentaria específica lo hacen en reconocimiento y respeto a las enseñanzas bíblicas sobre la pureza alimentaria.

Un texto bíblico clave que respalda estas pautas dietéticas se encuentra en Levítico 11:2-3 (NVI): "Diles a los israelitas: 'Estos son los animales que pueden comer de entre todos los animales que hay en la tierra: todo el animal que tenga pezuña hendida y pezuña partida, y que rumie, eso podrán comer".

Esta declaración bíblica establece las bases de las leyes alimentarias que los creyentes que siguen el estilo de alimentación basado en Levítico 11 consideran como una guía válida y relevante para sus elecciones dietéticas. Para aquellos que adoptan esta práctica, el acto de seguir estas leyes dietéticas es una expresión de obediencia a las enseñanzas bíblicas y una forma de honrar la conexión entre su fe y sus elecciones cotidianas, incluso en lo que respecta a la alimentación.


13.Creemos en el don de profecía, que es el testimonio de Yahshua, otorgado al cuerpo de creyentes a través de las Santas Escrituras.

Esta declaración refleja una creencia fundamental en la inspiración divina y la revelación continua por medio del Espíritu Santo en el contexto de la fe cristiana. Esta afirmación implica la convicción de que Dios Yahweh continúa comunicándose con su pueblo a través de profetas, y que este don es un testimonio de la obra redentora de Yahshua 

La profecía, en este contexto, no se limita a la predicción del futuro, sino que abarca la capacidad de comunicar mensajes divinos, revelar verdades espirituales y exhortar a la comunidad de creyentes. Es un medio a través del cual Dios guía, consuela y confronta a su pueblo, y se considera una manifestación del amor y la gracia divina.

Un texto bíblico que respalda esta creencia se encuentra en el libro de Apocalipsis, que es una revelación dada a Juan, el apóstol, por medio del Espíritu Santo. Apocalipsis 19:10b (NVI) dice: "La esencia misma del testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía". Esta declaración indica que el propósito fundamental de la profecía es testificar acerca de Jesús, revelando su naturaleza, obra redentora y el plan divino para la salvación.

Ampliando esta idea, el don de profecía no solo se limita a la época bíblica, sino que muchos creyentes sostienen que este don continúa siendo relevante en la actualidad. A través de la comprensión y aplicación de las Santas Escrituras, la comunidad de creyentes busca discernir la voz de Dios en medio de los desafíos y las circunstancias contemporáneas. En este proceso, la profecía se convierte en una herramienta valiosa para la edificación, exhortación y consolación de la Iglesia, conforme a los principios establecidos en la Biblia.


14. Creemos en el bautismo sólo en el nombre de Yahshua

¿Por qué en el Nombre del Mesías Yahshúa?
El bautismo es un acto lleno de significado; el agua, la inmersión, el Nombre… todo tiene un significado, con esto también podemos comprobar que el bautismo no puede ser en Nombre de la Trinidad.


¿Qué simboliza el bautismo?
¿En Quién y con Quién somos bautizados?

Romanos 6:3,4 "¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva."


Colosenses 2:11,12 "En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos."


Cuando somos sumergidos en el agua simbólicamente estamos siendo sepultados con el "Ungido del Altísimo", dando a entender que morimos a nuestra vida pasada; y cuando salimos del agua simbólicamente estamos siendo resucitados con el "Ungido", dando a entender que ahora tenemos una nueva Vida: la Vida del Hijo del Eterno.


Por ejemplo si Pablo hubiera sido crucificado y sepultado por nosotros entonces nos tendríamos que bautizar en nombre de Pablo:

1 Corintios 1:13 "¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?"

Ahora cabe pregúntarse ¿el Dios Padre murió? Eso es imposible pues la Biblia dice de Dios Padre:

1 Timoteo 1:17 "Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén."

1 Timoteo 6:16 "el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén."

Por lo tanto no tiene ningún sentido ser bautizado en el Nombre del Padre, pues él nunca murió ni tampoco resucitó, el bautismo es un rito que sólo se puede aplicar en el Nombre del Hijo.


Gálatas 3:26,27 "pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos."
Si somos bautizados:
* En el Nombre de Cristo (Hch 10:48)
* En Cristo (Rom 6:3)
* Por Cristo (Luc 3:16)
* Invocando el Nombre de Cristo (Hch 22:16)
* Sepultados con Cristo (Col 2:12)
* Resucitados con Cristo (Col 2:12)
Entonces… ¿qué Espíritu recibimos?
La respuesta es obvia, pero veamos como lo declara la Biblia:
1 Corintios 12:13 "Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu."

¿Cuál es ese Espíritu del cual todos bebemos?
Solo hay que retroceder dos capítulos desde la cita anterior para encontrar la respuesta:
1 Corintios 10:4 "Y todos bebieron la misma bebida Espiritual; porque bebían de la roca Espiritual que los seguía, y la roca era Cristo."

Esta misma Verdad declaró Yeshúa el Mesías estando aún en su ministerio terrenal:
¿De Quién dijo el Mesías Yahshúa que beberíamos el Espíritu Santo?

Juan 7:37-39 "En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado."

Juan 20:22 "Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo." La Biblia enseña que el Espíritu Santo es el Espíritu del Hijo del Altísimo, nos damos cuenta al comparar estos dos versículos:


2 Pedro 1:21 "porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo."


1 Pedro 1:10, 11 "Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicabael Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos."


Por lo tanto el Espíritu que recibimos es el Espíritu del Mesías Yeshúa,no un Dios Espíritu Santo o Tercera persona de la Trinidad (una persona diferente al Mesías Yahshúa).


Romanos 8:9,10 "Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia."


Lamentablemente los cristianos de hoy no quieren recibir el Espíritu del Ungido Yahshúa sino a un "Dios Espíritu Santo", ¡SI NO TIENEN EL ESPÍRITU DEl "UNGIDO", NO SON DEL "UNGIDO"!



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